Critica: Ironman 3

El vengador más divertido del curioso grupo de superhéroes vuelve a las pantallas con la tercera entrega de su serie propia, en una aventura en la que, una vez más, su alter ego toma los mandos y nos trae un Tony Stark mucho más humano y lleno de debilidades que su coraza no puede proteger.

Continuando tras los acontecimientos del ataque extraterrestre de Nueva York de Los Vengadores, que atormentan al bueno de Tony durante todo el metraje, Ironman deberá hacer frente a El Mandarín, un terrorista que vuelve a poner en jaque la supremacía americana.

Temática de blockbuster para un blockbuster en toda regla, taquillazo asegurado, continuación de franquicia más que rentable, querida y en el mejor momento de forma de toda su existencia. Eso es lo que promete y eso es lo que ofrece este largometraje, un blockbuster sólido, vistoso y muy entretenido al que le sienta muy bien el cambio en la batuta de dirección.

Intentando ser continuista con la labor de Josh Whedon en Los Vengadores, a ratos parece que cojea un poco y que le cuesta avanzar, sin embargo, tiene algún giro interesante y muchos puntos sobresalientes, como la siempre carismática actuación de Downey Jr. y el magnífico personaje de El mandarín.

En cuanto a su vistosidad, nada que achacar a la cantidad de piruetas, coreografías y efectos en los combates y virguerías llenas de supepoderes.

Mencionar que, en más de una ocasión la película se alarga demasiado y que, además, no está a la altura del superhit del año pasado. No hay que confundir que no sea Los Vengadores con que sea una mala película de acción y ciencia-ficción. Si vas pensando en encontrarte al supergrupo reunido, tendrás que esperar un tiempo más, pero, a cambio, encontrarás el mejor de los capítulos del hombre de hierro hasta el momento.