Comedias juveniles sorprendentemente divertidas

A veces, ya sea por el título, la promoción o los actores que
aparecen, no nos arriesgamos a gastar nuestro tiempo en visualizar una película que creemos que nos va a defraudar considerablemente. Otros nos atrevemos a darles esa oportunidad y salimos gratamente sorprendidos. Os presento, aquí, una serie de películas para reirnos un par de horas durante las largas tardes dominicales de invierno o en cualquier otro momento que queráis disfrutar un buen rato solos o en compañía, con un buen bol de palomitas.


Infiltrados en clase (2012)

Película inspirada/remake de la serie de los 80 protagonizada por Johnny Depp, que cuenta la misión de dos agentes de policía de aspecto juvenil (Channing Tatum y Jonah Hill) que tienen que infiltrarse en un instituto para desmantelar una red de tráfico de una nueva droga muy famosa entre los jóvenes.

En el cine casi siempre han funcionado las parejas antagónicas (La extraña pareja, Men in Black, Seven...) y este es un caso más, con la vuelta de tuerca de que el guay es el feo y el pringao el cachas y un planteamiento bastante original, que actualiza los tópicos de instituto ya obsoletos y se ríe de ellos, consiguiendo que nosotros también lo hagamos. Posiblemente la comedia americana más divertida del año.

Rumores y mentiras (2010)

El salto al protagonismo de la carrera de Emma Stone llegó con esta película en la que interpreta a una chica que, por ayudar a su amigo, le deja decir que se ha acostado con ella a cambio de un regalo. Todos los pringados de clase empiezan a hacerle regalos para poder decir que se han acostado con ella y se convierte en la chica más popular del instituto... hasta que la cosa se pone tensa.

La primera mitad de la película es una concatenación de momentos divertidos mezclados con el saber hacer de Emma Stone, que mantiene con gracia toda la película, aunque flojea en la segunda mitad, que puede llegar a hacerse un pelín larga. Recomendable.

Supersalidos (2007)

Para variar, traducción libre del título original (Superbad) que, en vez de reforzar y atraer a las salas a los espectadores, da la sensación de ser una horrible película con chistes de tetas y culos. Lejos de la realidad, la pareja formada por los personajes de Jonah Hill y Michael Cera, reforzados por el peculiar Christopher Mintz-Plasse, nos cuenta una historia de "haré lo que sea para mojar antes de acabar el instituto" que oculta otra mucho más profunda sobre el paso a la edad adulta, la responsabilidad sobre las decisiones, el fin de la amistad y la traición, perfectamente cubierta por grandes dosis de humor irreverente de carcajada asegurada. Además, nos regala el inolvidable personaje de McLovin (Mintz-Plasse).

Fuga de cerebros 2 (2011)

En la lista no podía faltar el representante patrio. Y es que, muy por encima de la primera parte, esta segunda abandona lo peor de su predecesora (sí, el soso protagonista encarnado por Mario Casas) y nos pone uno nuevo mucho más interesante y divertido (Adrián Lastra). Además, recupera y da más peso a los geniales personajes secundarios que nos hicieron soportable la primera entrega e incorpora dos nuevas chicas de armas tomar que hacen que la trama principal no pierda fuelle en los primeros 5 minutos, como pasaba en Fuga de cerebros. La historia: chico se hace pasar por lo que no es para conquistar a la chica de sus sueños... o no.