El show de los Oscars se alargó más de seis horas (contando alfombra roja) que dieron para muchos chascarrillos sobre los vestidos de las artistas, chistes internos y una ceremonia que a ratos se antojó interminable y densa.
La ceremonia
La noche empezó con las mujeres en la alfombra roja como protagonistas, destacando Jennifer Lawrence para bien y Anne Hathaway para peor, lo que sirvió para amenizar las redes sociales que enseguida se viciaron con el efecto del vestido de la galardonada.
Ya dentro del Dolby Theatre, el showman, Seth McFarlane (Ted, Padre de Familia) empezó bien. Posiblemente mucho mejor que eso. Nos hizo reír, parecía relajado, y llevaba un buen ritmo con algunos sketches con grandes guiños a obras míticas de la cultura pop. Christoph Waltz se llevaba sin sorpresas el premio a mejor actor secundario dando inicio a una entrega de premios sin largos discursos por parte de los ganadores.
La primera media hora pasó rápida y amena. Entonces todo se volvió denso. Se nos había avisado de que iba a haber mucha música. Channing Tatum y la siempre espectacular Charlize Theron bailaron y no molestó. Fue curioso ver a Joseph Gordon-Levitt y Daniel Radcliffe, que iban a la ceremonia por primera vez, bailando claqué con el anfitrión. Y hasta ahí. Cada vez que había algo musical se alargaba demasiado, a excepción del reparto de Los miserables que actúo de forma impecable, para mi gusto mejor que en la película. Quizás, son cosas del directo, pero aún se ponen los pelos de punta.
Lo demás sobraba. Mucho bombo a Adele desde antes de empezar la gala (y que se llevó el galardón), excesivamente largo el vídeo homenaje a los cincuenta años de Bond, Barbara Streisand cantando después del in memoriam se me antojó también denso, seguramente por el ritmo en el que había entrado la gala.
Ritmo que McFarlane no consiguió amenizar con sus chistes de mal gusto que parecían quedarse a medias. No fue lo suficientemente cándido para hechizar al público ni lo necesariamente irreverente para destacar con su humor. Parecía cortado después de su gran inicio. No estuvo a la altura y pronto se le olvidará.
Y con este ritmo lento, rara vez cortado, llegaron las seis de la mañana en España, mientras veíamos a un Affleck verborreico agradecer su premio a mejor película por la magnífica Argo.
Los premios
Se preveía un reparto equitativo entre las películas favoritas, pero rara vez se ha visto tanta igualdad, ¡hasta tuvo lugar un empate entre dos películas en montaje de sonido! No hubo una clara triunfadora de la noche, todos pudieron irse contentos o un tanto insatisfechos.
Ang Lee fue la única sorpresa al conseguir su segundo Oscar al mejor director, uno de los cuatro con los que se hizo la fascinante La vida de Pi. Los miserables acabó con tres estatuillas cortesía de su nivel técnico y el buen hacer de la Hathaway más que por sus benevolencias como película. Argo, con sus tres galardones "de los importantes", ganó a mejor película, guión adaptado y montaje. Tarantino y su Django desencadenado consiguieron dos premios de los que gustan: guión original y actor secundario. Otros dos se llevó Lincoln con Daniel Day-Lewis consiguiendo su tercer galardón.
Al final, Jennifer Lawrence superó a Emmanuelle Riva en las votaciones para hacerse con el Oscar a mejor actriz principal, el único para El lado bueno de las cosas. Este año, los académicos no se esforzaron demasiado y volvieron a rendirse a Pixar, concediendo a Brave el premio a mejor película de animación. El bueno de Haneke se tuvo que conformar con que su Amor sólo triunfase en mejor película de habla no inglesa, cuando optaba a otros tres de los premios más importantes.
Curiosidades
Con este premio, Daniel Day-Lewis se convierte en el primer actor en conseguir tres Oscar en la categoría de actor protagonista.
Además, Daniel Day-Lewis es el primer actor que consigue un Oscar trabajando con Steven Spielberg.
George Clooney se convirtió en la segunda persona en 85 años de Oscars en conseguir nominaciones en seis categorías distintas. La otra persona es Walt Disney.
Se homenajeaba a la saga Bond por sus 50 años de vida.
No es habitual que el director que consigue el premio a mejor dirección no se haga con el de mejor película. La última vez fue en 2006. También ganó Ang Lee, pero Crash se impuso a su Brokeback Mountain.
Es la tercera vez que dos películas empatan en una categoría. Este año han sido Skyfall y La noche más oscura a mejor montaje de sonido.
Lucius Malfoy fue Trending Topic en twitter gracias a la gala. Hasta tres galardonados llevaban el pelazo platino tan característico.
En general, la gala no estuvo a la altura de mis espectativas, pero me alegro de la partición tan equitativa de los premios, pues hubiese sido un tanto injusto que hubiese salido una sola vencedora entre todo el material tan interesante que se presentaba este año.
¿Cómo veis vosotros los Oscars 2013?
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